martes, 31 de diciembre de 2013

Cheesecake de turrón de Jijona y adiós 2013



La Nochevieja es "la noche" por excelencia de todas las Navidades.

La noche en la que todo vale... En la que los niños están despiertos hasta que aguantan, en la que los mayores nos soltamos la melena y comemos y bebemos mucho más de lo que deberíamos...


Es "la noche" en la que los que han tenido un mal año piden uno un poco mejor, los que lo han tenido bueno piden que todo siga igual y en la que, todos, todos, ¡acabamos atragantándonos con las uvas!

Nosotros, la nochevieja la celebramos con amigos, en casa, con los  niños, cantando, comiendo y bebiendo. ¡Como buenos españolitos que somos!


Este año era un poco especial, porque volvía a casa por Navidad mi amigo Paco, que como ya os conté, está trabajando en Alemania, así que el postre tenía que estar a la altura de la ocasión.

Para un molde de 18 cm desmontable.

Para la base:

- 150 g de galletas de chocolate.
- 40 g de avellanas.
- 40 g de mantequilla.

Picamos las galletas y las avellanas en el triturador por separado y, una vez trituradas, las mezclamos. (Si no tenemos triturador podemos meterlas en una bolsa y darles bien fuerte con el rodillo, no quedarán tan picadas, pero desestresa que da gusto)

Derretimos la mantequilla en el microondas y se la incorporamos a las galletas y avellanas trituradas. Forramos la base del molde con esta mezcla y metemos en la nevera.



Para el relleno:

- 300 g de turrón de Jijona.
- 300 ml de nata con más del 35% de materia grasa.
- 4 láminas de gelatina neutra.
- 75 g de azúcar.
- 125 g de queso mascarpone.
- 150 g de queso crema tipo philadelfia.
- 150 g de turrón de Jijona picado.

En un bol ponemos a hidratar la gelatina.

En un cazo ponemos a calentar los 300 g de turrón con la nata. Dejamos que se derrita hasta que obtengamos una crema fina. Retiramos del fuego y agregamos la gelatina. Trituramos con la batidora para que se deshagan bien las láminas de gelatina.


En otro bol batimos los dos quesos con el azúcar y le añadimos la mezcla de turrón. Vertemos sobre la base de galletas.  















Ahora, y esto es opcional, troceamos 150 g de turrón en trocitos pequeños y sin pensar en tooooodas las megahipersupercalorias que lleva esta tarta. ¡Los echamos por encima de la crema!!, de manera que vayan incorporándose por todos los rincones de nuestra cheesecake...


Metemos en la nevera toda la noche.

Para el ganache de chocolate:

- 200 g de chocolate negro mínimo 58% de cacao.
- 150 ml de nata con más del 35% de materia grasa.

Y además:

- Galletas de chocolate.
- Cinta navideña.

Ponemos a calentar la nata y cuando llegue a ebullición vertemos sobre el chocolate troceado y removemos bien hasta que se integre completamente.

Sin desmoldar la tarta le echamos el chocolate por encima para formar una capa de unos 5 mm de grosor. Volvemos a meter en la nevera.

Al día siguiente desmoldamos la tarta con sumo cuidado (ya sabéis que yo siempre utilizo mi querido papel de acetato para forrar el molde) y adornamos con las galletitas y la cinta.


¡Ole, ole y ooooole!!! ¡Viva la Navidad! ¡Viva la Nochevieja! ¡Y viva el turrón de Jijona!!.


Y ahora si, familia... ¡hasta el año que viene!!.¡Feliz Año Nuevo a TODOS!!!!


Notas:
Lo bueno de esta tarta es que podemos prepararla hasta tres días antes de consumirla, con lo cual nos adelantará mucho trabajo.


Besazos a mogollón:


Eva. 











lunes, 23 de diciembre de 2013

Brownie de chocolate y frambuesas y ¡feliz Navidad!.


¡Me encanta el día de Navidad! Creo que, desde hace años, es el día que más me gusta de todas las Navidades.

No es que los demás no me gusten, es que ese día es especial...

De siempre, siempre, siempre, que yo recuerde, he pasado el día de Navidad con mi familia materna. Mis abuelos, mis tíos, mis primos, mis padres, mi hermano... y, poco a poco, se han ido sumando más; y faltando alguno, pero, aún así, para mí sigue siendo el mejor día de las Navidades.

Cuando era pequeña, este día comíamos en casa de mi abuela. Tooooda la cocina se llenaba de comida, de gambas, sepias, carabineros... ¡Olía taaan bien a sopa cubierta! Y de postre PIJAMA (melocotón y piña en almíbar con helado). ¡Y la ensaladilla rusa de mi abuelo! ¡Dios mio, que buena estaba! Y el árbol y el inmenso belén...

Ahora vamos a un restaurante, cortesía de la gran "matriarca" del clan. Y, aunque también lo pasamos muy bien, ya no es lo mismo...

Aún así, casi siempre acabamos la sobremesa en mi casa, con mi hermano y unas cuantas copichuelas de cava...

Así que, para acompañar tanto alcohol (más que nada porque no es bueno que te pille con el estómago vacio), he preparado un brownie distinto: ¡un brownie de fiesta, que es Navidad!

La receta es del libro 'Macarons, brownies, cupcakes y cookies' de Lucrecia Pérsico. Esta maravilla de libro que ¡me encantaaaaa!!!, me lo regaló mi amiga Ana por sorpresa. ¡Muchísimas gracias Ana! ¡Eres un encanto!.

Pues, ¡vamos con el brownie!.

- 125 gr. de mantequilla.
- 125 gr. de chocolate fondant negro.
- 125 gr. de azúcar.
- 80 gr. de mermelada de frambuesas (podéis usar la que queráis).
- 2 huevos.
- Una pizca de sal.
- 100 gr. de harina.


¡Al lio!

Precalentamos el horno a 180ºC y forramos con papel de horno un molde cuadrado de unos 25 cm. de lado. Troceamos la mantequilla y el chocolate y los derretimos al baño maría, hasta obtener una crema homogénea. Añadimos el azúcar y lo batimos con la mermelada.

Retiramos del fuego y lo dejamos reposar. En otro bol, batimos los huevos con una pizca de sal y se los sumamos al chocolate poco a poco. Por último, sumamos a la preparación la harina tamizada. Volcamos la masa en el molde y la horneamos 20/25 minutos. Dejamos que se enfríe y desmoldamos.

Para decorar:

- 125g de chocolate blanco.

Montaje de los pastelitos:

Con un cortador de galletas redondo cortamos el brownie. Derretimos el chocolate blanco y se lo echamos por encima. Para rematar ponemos una frambuesa.

¡Y listo! En serio, ¡está tremendo! La mermelada le da un punto extra de jugosidad y un sabor delicioso. Os aseguro que, con esto, ¡Papa Noel no podrá resistirse!.



Besazos a mogollón y muy, muy, muy, ¡féliz Nvidad!!!.

Eva.



domingo, 15 de diciembre de 2013

Layer cake de castañas y chocolate.


Cada vez que como castañas me acuerdo de la nochebuena.
 
La nochebuena, cuando era pequeña la pasábamos con la familia de mi padre: mis abuelos, mis tías, mis primos... En fin, lo que viene siendo una cena de nochebuena en familia.
 
Mi abuela, siempre, siempre, siempre que yo recuerde, cuando acabábamos de engullir tooooooda la comida que había (que era muchísima), sacaba las cestas con los higos secos, los orejones y las castañas. Y yo, ¡me abalanzaba sobre las  castañas!. Bueno, sobre  las castañas, los orejones, los higos secos, el turrón y ¡todo lo que se ponía en la mesa! ¡Qué para eso era Nochebuena!!.


Y lo mejor, lo mejor, de esas noches era cuando llegábamos a casa. Mi hermano y yo nos quedábamos en el sofá viendo la tele y comiendo más guarradas, ¡hasta que no podíamos más!. Así éramos nosotros: preferíamos morir de una subida de azúcar que dejar de comer. ¡Castañas, polvorones o lo que hubiera!.
 
Así que el sabor de las castañas no podía faltar en mis recetas navideñas. Y aprovechando que la mamá de una de las amiguitas del cole de Claudia me había regalado unas castañas riquísimas, pues receta de castañas.


Para dos moldes de 18 cm.
 
El bizcocho:
 
- 250 gr. de castañas hervidas y peladas.
-125 gr. de chocolate negro con más del 70% de cacao.
- 175 gr. de mantequilla.
- 3 huevos.
- 150 gr. de azúcar moreno.
- 250 gr. de harina.
- 3 cucharaditas de levadura.
- 100 gr. de crema de castañas (la podréis encontrar en grandes superficies en la sección de mermeladas)
- 275 ml. de agua fría.
 
Precalentamos el horno a 180º. Engrasamos los moldes y los forramos con papel de hornear. 
 
Derretimos el chocolate y la mantequilla al baño maría. En otro recipiente, batimos los huevos con el azúcar y añadimos el chocolate y la mantequilla fundidos. Vertemos el agua fría y echamos la harina con la levadura tamizadas. Agregamos la crema de castañas y las castañas trituradas. 
 
Vertemos en los moldes y horneamos durante unos 40 minutos. Dejamos enfriar sobre una rejilla 5 minutos, desmoldamos y dejamos enfriar por completo. Envolvemos en papel film hasta que vayamos a utilizarlos.
 
El almíbar:
 
- 150 ml. de agua.
- 150 gr. de azúcar moreno.
- Unos granitos de anís.
 
Ponemos a calentar a fuego medio todos los ingredientes hasta que se deshaga el azúcar, esperamos un par de minutos y retiramos.
 
El ganache de chocolate:
 
- 400 gr. de chocolate negro con más del 70% de materia grasa.
- 400 ml. de nata con más del 35% de materia grasa.
- 60 gr. de mantequilla.
- 2 cucharadas de crema de castañas.
 
En un cazo ponemos a calentar a fuego medio la nata, el chocolate y la crema de castañas, cuando esté todo perfectamente integrado retiramos del fuego y le añadimos la mantequilla. Metemos en la nevera al menos 6 horas.
 
Montaje:
Cortamos y nivelamos los bizcochos de manera que nos queden 4 iguales. Primero ponemos el bizcocho, lo regamos con el almíbar de anís y rellenamos con el ganache, así todas las capas. Para las paredes de la tarta he utilizado la misma técnica que para la layer cake de calabaza y manzana

 
Y decoramos como más nos guste. Yo, como es época navideña, pues eso, ¡la he hecho supernavideña!

 
Espero que os animéis a hacerla y la disfrutéis tanto como nosotros lo hemos hecho y, por supuesto, ¡que me mandéis una foto!!.

 
Besazos a mogollón:
 
Eva.









domingo, 8 de diciembre de 2013

Layer cake de manzana, caramelo y canela con invasión navideña




Estoy acorralada, prácticamente no me hallo en mi propia casa. En serio, la Navidad ha entrado por la puerta. ¡Y yo creo que voy a salir por la ventana!
 
El árbol: montado y lleno de cacharros, luces y guirnaldas a más no poder. Cada vez que paso por su lado temo por mi vida, lo juro.
 
El belén: ¡otro año más que no compramos un belén nuevo! ¿El resultado? Cutribelén al canto... San José sin la vara, la mula sin oreja, el niño Jesús sin corona.... ¡Del año que viene no pasa, lo juro!


La guirnaldas: aquí el tema se pone peliagudo. Porque yo no sé qué pasa, que para comprar un belén nuevo no encuentro nunca el momento, ¡pero lo que son guirnaldas!!¡Madre del amor hermoso!! ¡Es una barbaridad!! Literalmente tengo toda la casa llena: la tele, los cuadros, las lámparas, el mueble, el recibidor. Vamos, que si me descuido, hasta en el baño.
 
Velas, muñecos y demás trastos: ídem a las guirnaldas.
 
Pero si os digo la verdad... ¡Cómo moooola la Navidad!¡Qué alegría da entrar en casa y ver todo esto! Y no tener que limpiar a fondo en todas las Navidades, que eso, ¡también cuenta!
  

Y ya que lo teníamos todo, faltaba el olor. Si, ese olor a Navidad... Y ese olor lo trae esta tarta: ¡huele como la Navidad!
 
Receta adaptada del libro "Objetivo tarta perfecta" de Alma Obregón.

Para dos moldes de 18 cm.
 
El bizcocho:
 
- 200 ml. de aceite.
- 200 gr. de azúcar.
- 200 gr. de harina.
- 2 cucharaditas de levadura.
- 4 huevos.
- 1 cucharadita y media de canela en polvo.
- 3 manzanas Fuji medianas, peladas y cortadas en dado
- 200 gr. de puré de manzana. Yo usé el de Hacendado, que van tres paquetes:


Precalentamos el horno a 180ºC y engrasamos los moldes.
 
En un bol tamizamos la harina, la canela, y la levadura. Aparte, batimos el aceite, el azúcar, el puré de manzana y los huevos. Añadimos la harina y batimos a velocidad baja hasta que la masa sea homogénea. Incorporamos los dados de manzana con ayuda de una espátula. Repartimos la masa entre los moldes.
 
Horneamos 35/40 minutos o hasta que los bordes del bizcocho se separen del molde y al introducir un palillo salga limpio. Dejamos enfriar los bizcochos 5 minutos en su molde. Desmoldamos cuando el molde esté templado y dejamos enfriar por completo sobre una rejilla.
 
Relleno y decoración:

- 500 gr. de queso mascarpone.
- 400 ml. de nata con más del 35% de materia grasa.
- 100 gr. de azúcar glas.
- 200 gr. de puré de manzana.
- Crema de caramelo o, en su defecto, dulce de leche.
- 2 cucharadas de canela.
 
En un bol ponemos el queso mascarpone, el azúcar, el puré de manzana y la canela. Batimos hasta que esté todo bien integrado. Sin dejar de batir, incorporamos la nata y seguimos batiendo hasta que monte.


Igualamos los bizcochos y empezamos con una capa de crema de caramelo (ñam, ñam, ¡requeteñam!!!). Extendemos bien y encima le ponemos la crema de mascarpone. 

 

Al llegar al último piso igualamos bien toda la tarta con la crema que sobra por los laterales. Metemos unos 30 minutos en la nevera y le aplicamos la segunda capa de crema, esta vez mucho más gruesa.


Para el acabado necesitaremos una espátula plana y agua caliente: metemos la espátula unos segundos en el agua caliente, sacamos, secamos con ayuda de un trapo limpio y pasamos por los bordes de la tarta para que nos queden lisos. Preparamos una manga con una boquilla de estrella cerrada (yo usé la 1M de Wilton) y hacemos los dibujos de los bordes.


La decoración navideña ya depende de vuestra imaginación y de lo que tengáis en casa. Así que, ¡manos a la obra, que ya estamos casi en Navidad!!!


Besazos a mogollón:
 
Eva.













domingo, 1 de diciembre de 2013

Cupcakes de coco y chocolate blanco. ¡Modo Navidad activado!.


¡Navidad!, ¡dulce Navidad!...

¡La navidad tiene millones de cosas buenas! (siiii, también malas... pero yo hoy sólo hablaré de las buenas ^_^).

La comida, los dulces, las reuniones con la familia y los amigos, los regalos, los brindis.... Por mucho que me estresen y por mucho que me queje, la verdad es que siempre que echo la vista atrás y pienso en todas las Navidades de mi vida, no encuentro ningún recuerdo malo en ellas. Con ello no quiero decir que hayan sido siempre perfectas, no. Lo que quiero decir es que yo sólo recuerdo lo bueno.


Siempre he tenido mucho espíritu navideño y, desde pequeña, era yo la que más ganas tenía de árbol, de belén y de guirnaldas. Y así sigue siendo... Es llegar la Navidad y mi casa se convierte en una feria: guirnaldas, velas, árbol, belén, dibujos de los niños, postales... Pero es que ¡mooooola tanto!!, que ¡soy incapaz de resistirme!!


Así que este fin de semana, en mi casa, ¡hemos activado ya el modo navideño! Y ya hemos sacado toooodas las cajas con toooodos los adornos de Navidad. ¡Ole!. (Ahora hay que ponerlos...).


Y en el blog no iba a ser menos... así que "modo Navidad 2013 ACTIVADO"

Para 12 cupcakes.

El bizcocho.

- 120 gr. de chocolate blanco de cobertura.
- 120 gr. de mantequilla.
- 2 huevos.
- 120 gr. de azúcar.
- 125 gr. de harina.
- 100 gr. de ralladura de coco.
- 1 cucharadita de levadura en polvo.
- 120 ml. de leche de coco.

Precalentamos el horno a 175ºC.

Ponemos el chocolate blanco junto con la mantequilla en un cazo a fuego lento hasta que se funda. Retiramos y dejamos templar.

Separamos las claras y las yemas de los huevos. Montamos las claras a punto de nieve. Agregamos, poco a poco, 50 gr. de azúcar y mezclamos hasta obtener una crema brillante.

Mezclamos la harina con la levadura y tamizamos y añadimos el coco. Batimos las yemas con el resto del azúcar, le añadimos la mezcla de chocolate blanco y mantequilla y le vamos incorporando, poco a poco y alternando con la leche de coco, los ingredientes secos.

Añadimos las claras montadas y removemos con movimientos envolventes, ayudándonos de una cuchara de aluminio.

Metemos en el horno unos 20 minutos. 

Cuando estén completamente fríos, descorazonamos y rellenamos. Yo, en este caso, he utilizado una crema de chocolate blanco y coco que compré en Lidl. Pero si no tenéis, podéis derretir un poco de chocolate blanco y añadir el coco rallado.

El frosting:

- 250 gr. de queso mascarpone.
- 100 gr. de azúcar glas.
- 400 ml. de nata para montar con más del 35% de materia grasa. 

Batimos los dos quesos junto con el azúcar y añadimos la nata. Batimos hasta que tenga una textura consistente.

Separamos en tres recipientes; tintamos uno en rojo, otro en verde y dejamos uno blanco.

Preparamos seis mangas desechables. A dos les ponemos una boquilla de estrella cerrada a cada una, en otra la crema verde, otra con la roja y, las dos última, con la crema blanca. Cogemos la verde y una blanca y las metemos las dos dentro de una de las mangas que tiene boquilla; y lo mismo con la otra blanca y la roja y la otra manga con boquilla que nos queda.

 

Cubrimos el cupcake con un poco de crema blanca. Ponemos la manga sobre él y, de dentro para fuera y en sentido de las agujas del reloj, dibujamos una rosa. Donde lo hemos dejado volvemos a hacer una espiral hacia arriba. ¡Y voila! Ya tenemos nuestro cupcake de Navidad.


Para conseguir el efecto "nieve" espolvoreamos el coco rallado por encima. Y para darles un toque más navideño les he puesto unas estrellas hechas con fondant y purpurina comestible. ¡Ole!.


No digáis que no molan ¿eh?


Besazos a mogollón.

Eva.




sábado, 23 de noviembre de 2013

Layer cake de expreso, chocolate y nueces con Miguel Bosé.



Morena mía, si esto no es felicidad, que baje Dios y lo vea; y aunque no se lo crea, esto es gloria...
 
Si, lo reconozco, ¡soy fan de Miguel Bosé! ¡Si señor! Soy de esas que va a sus conciertos y canta hasta morir todas sus canciones. De esas que, en ese momento taaaan grande en que Miguelito toca el escenario, empieza a chillar como una poseída todo lo que se le pasa por la cabeza.
 
¡Siiiii!!! ¡Me encanta! ¡Me pirra! ¡Me vuelve completamente loca!!! Y no a mí sola, no. Mi amiga Mari es igual o peor que yo....  Y allá que vamos las dos, como si de quinceañeras se tratara, empujando a todo quisqui viviente para ponernos en primera fila en todos sus conciertos. Llegamos, nos posicionamos y lo damos todo. Literalmente.


Y salimos de allí jurando y perjurando en hebreo y arameo, y poniendo a Dios por testigo tal cual Escarlata Ojara, que jamás volveremos a saltar en un concierto y, menos aún, con un cubata/cerveza o cualquier bebida en la mano.
 
Es así, igual que subimos hasta el paraíso luego bajamos hasta el infierno y recordamos de golpe el porrón de años que ya tenemos. Pero, ¡qué nos quiten lo bailao, lo chillao y lo bebio!! Y, por supuesto, el ver a Miguel Bosé en concierto, que eso, señoras y señores, no tiene precio.

 
Claro, que estaréis pensando: si, bien, eres fan de Miguel Bosé. ¿Y?? ¿Qué tiene eso que ver con la receta?.
 
La verdad, verdadera, nada en absoluto.
 
Lo que pasa es que como estoy más loca que una cabra montesa, al ver café me he acordado de mi Miguelito (el de casa no, el que canta) y de su "morena mía, que nadie como tú me sabe hacer ca-fé".

 
Si, estoy fatal, lo sé... Así que antes de que empiece a divagar más de lo debido, vamos con la receta que nos incumbe:
 
Para el bizcocho. Del libro de Marian Keyes 'Salvada por los pasteles'.
 
- 50 gr. de mantequilla.
- 80 ml. de leche entera.
- 1 taza de expreso frío.
- 2 huevos.
- 225 gr. de azúcar.
- 100 ml. de aceite de girasol.
- 100 gr. de nueces picadas.
- 200 gr. de harina.
- 50 gr. de cacao en polvo sin azúcar añadido.
- 1/2 sobre de levadura en polvo.
 
Precalentamos el horno a 180º y engrasamos dos moldes de 15 cm.
 
En un cazo derretimos la mantequilla con la leche y el expreso. En un bol, batimos los huevos con el azúcar hasta obtener una mezcla espumosa. Agregamos la mantequilla con el café y la leche a esta mezcla. También el aceite de girasol. Vamos incorporando la harina tamizada con el cacao y la levadura. Por último, echamos las nueces troceadas y removemos.

 

Repartimos la masa en los dos moldes y horneamos unos 25 minutos o hasta que al clavar el pincho salga limpio.

Dejamos templar los bizcochos, desmoldamos y ponemos sobre una rejilla hasta que estén completamente fríos. Envolvemos en film transparente y reservamos en la nevera hasta que vayamos a usarlos.


Para el mascarpone de café.

- 4 sobrecitos de café instantáneo.
- 500 gr. de queso mascarpone.
- 65 gr. de queso crema.
- 125 gr. de azúcar glas.
- 200 ml. de nata con más del 35% de materia grasa.

El día antes de montar la tarta ponemos a calentar la nata con dos sobres de café hasta que se disuelvan bien. Retiramos del fuego, dejamos que se enfríen y tapamos con film transparente de manera que toque el líquido, y metemos en la nevera hasta el día siguiente.

Batimos el queso con el café, añadimos la nata fría previamente mezclada con el café  y seguimos batiendo. Incorporamos el azúcar poco a poco. Una vez que que tenga una consistencia dura dejamos de batir. Guardamos en un recipiente y refrigeramos una media hora.

¡Y montamos!
 
Cortamos y nivelamos los bizcochos de modo que nos queden cuatro de la misma medida. Rellenamos con el mascarpone. Primero, ponemos la capa tapa migas muy fina. Metemos en la nevera una media hora y, entonces, ¡le ponemos una buena capa de crema de café por todos los sitios!.


Para las hojas de fondant:

Hacer este tipo de decoración es muy sencillo. Sólo necesitamos unos cortadores de hoja con expulsor y fondant del color que queramos (yo en este caso utilicé uno con sabor a chocolate que está increíblemente bueno).

Hacemos una bola del tamaño de una mandarina con el fondant. Rociamos azúcar glas sobre la superficie que vallamos a trabajar y amasamos con ayuda de un rodillo hasta que nos quede más o menos de un grosor de 1mm.

Cogemos el cortador que vayamos a utilizar y presionamos unos segundo sobre el fondant para quede grabado el dibujo. Levantamos y volvemos a presionar para que caiga nuestra hojita. Dejamos secar las hojas un día y ¡listo!.



Para la decoración:

Simplemente necesitamos una cucharita pequeña y con la parte curva vamos dibujando unos pequeños semicírculos en direcciones contrarias y sobreponiendo unos encima de otros.



Ya sabéis que me pirra el café, así que la tarta me ha encantado: ¡está tremenda! El bizcocho es muy jugoso y a lo que más sabe es a chocolate. A mí, encontrarme las nueces por el bizcocho me ha encantado, pero si lo preferís podéis triturarlas más. El remate lo da el mascarpone de café. Si sois cafeteros/chocolateros como yo, os la recomiendo al 100%.


Besazos a mogollón.
 
Eva.