miércoles, 30 de octubre de 2013

Halloween ¡a tope!




¡Halloween está aquí!. Se nota en el ambiente, ¡hay calabazas, esqueletos y cosas sangrientas en todos los escaparates!
 
Estamos en la semana grande del terror, y ¡todo es terrorífico!!. Los niños pensando en el disfraz más terrorífico, los padres buscándolo (aterrorizados por si no lo encontramos) y toooodo el mundo comprando chuches a tuti pleni para que, cuando vengan esos pequeños monstruos, ¡no nos hagan el temido truco!.
 

Es una realidad española:¡Halloween se ha instalado en nuestras vidas!! Y a mí, personalmente, ¡me encantaaa!!!
 
Tengo que reconocerlo, aunque la gente lo critique y diga que es super americano. Me da igual, lo reconozco también: ¡me encantan la mayoría de cosas superamericanas! Sus pelis, sus fiestas, su Santa Claus... ¡y su Halloween!.
 
Cuando estaba en plena etapa adolescente/insoportable/no-me-aguanto-ni-yo, me daban superenvidia todas las pelis en las que se hacían fiestas de Halloween. Siempre pensaba lo guay que sería hacer aquí una de esas fiestas... Con sus ponches, sus golosinas, sus disfraces, sus calabazas iluminadas y hasta sus huevos.
 

Y poooor fin, ¡ahora ya las hacemos!! ¡Ole, ole y ole!. A mis hijos les encanta, y salen disfrazados por la calle con sus amigos para pedir "susto o trato". Así que hay que hacer cositas dulces hallowenenses a la de ya.
 
Y ya metidos en faena, pues que lleven un poco de chocolate; o mejor, un mucho: o mejor aun, un trío chocolatesco. ¡Toma ya!.


La receta es del libro Muffins & Cupcakes de Lucrecia Pérsico. Y es que los  Muffins de chocolate blanco salieron taaaaaaan buenos, que me han dado ganas de hacer todas las recetas del libro. (Ya sabéis como soy de obsesiva con estas cosas). Y con el nombre que le ha puesto a estos cupcakes, "Regalo de tres chocolates", dan ganas de hacerlos ¡sí o sí!.
 
Ingredientes para 12 cupcakes:
 
- 150 gr. de mantequilla.
- 150 gr. de azúcar.
- 3 huevos.
- 110 gr. de harina.
- 1 cucharadita de levadura.
- 1 cucharada de pepitas de chocolate.
- 35 ml. de leche.
- 20 gr. de chocolate blanco.
- 20 gr. de chocolate con leche.
- 20 gr. de chocolate (al 80% de cacao).
 
Para decorar:
 
- 100 ml. de nata líquida con más del 35% de materia grasa.
- 200 gr. de de chocolate blanco de cobertura.
- Una cucharadita de mantequilla.
- Detalles hallowenenses al gusto. ^-^.
- Colorante en gel naranja.
 
¡Al lio!:
 
Batimos la mantequilla con el azúcar hasta obtener una pasta lisa. Le añadimos los huevos uno a uno y luego la harina previamente tamizada con la levadura.
 
Por último, le incorporamos las pepitas de chocolate y la leche y dividimos la masa en tres porciones. Yo me he ayudado de una cuchara de helado, contando las cucharadas que ponía en cada bol.


Fundimos por separado en el microondas cada uno de los chocolates y añadimos uno a cada masa, de modo que  tendremos una masa con chocolate blanco, otra de chocolate con leche y otra de de chocolate negro.


Rellenamos los moldes alternando las capas de masa hasta tres cuartos de su capacidad y horneamos 25 minutos con el horno a 180º.



Para la decoración:
 
Para hacer el glaseado, ponemos la nata en un cazo a fuego suave y echamos dentro el chocolate partido en trozos pequeños. Removemos suavemente la mezcla con una cuchara y cuando empiece a fundirse, le agregamos la cucharada de mantequilla y el colorante. Retiramos del fuego y continuamos mezclando los ingredientes hasta obtener una crema lisa y brillante con la que bañaremos los cupcakes.
 
Para rematar la faena les colocamos nuestros adornos Hallowenenses al gusto y ¡listos para el truco o trato!!.
 

Espero que los hagáis y disfrutéis tanto como lo hemos hecho en casa. ¡Feliz Halloween!!.


Besazos a mogollón:


Eva.

















sábado, 26 de octubre de 2013

Layer cake de mango y coco por prescripción.


¿Qué? ¿Cómo se os queda el cuerpo? A mí, me tiemblan hasta las pestañas, sólo de pensar en esta combinación...
 

Claro, que esto sólo os pasará si os gusta el mango y el coco. Si no.... si noooo, ¡no paaaaasa naaaaada!, ¡podéis daros un garbeo tranquilamente por el blog y elegir la receta que más os guste!.


¿Y vosotr@s qué? ¿Os quedáis aquí? Pues aviso: ¡esta layer es altamente beneficiosa para la salud!. Sus efectos son inmediatos: en la primera toma notas, inmediatamente, la sensación de bienestar, y como, poco a poco, se va dibujando una  sonrisa en tú cara.

 
Sus efectos secundarios son: alegría, bienestar, risa floja y felicidad absoluta en cada bocado. Si los notáis todos, o alguno de ellos, por favor, ¡no interrumpáis el tratamiento en ningún momento!!.
 

Y, sobretodo, ¡sobretodo!, consultad con vuestro médico, vuestra familia, vuestros amigos, con ¡todo el mundo! ¡Y decidles lo beneficiosa que es!.



¿A que de repente os habéis empezado a sentir enfermos?... ¿eh?.  Pues vamos con la receta porque pienso curaros ¡a todos!
 
El bizcocho:
 
Para dos moldes de 18 cm.
 
- 250 gr. de mantequilla a temperatura ambiente.
- 1 cucharadita de esencia de coco (en su defecto podemos usar 1 cucharadita de ralladura de lima).
- 250 gr. de azúcar.
- 4 huevos.
- 160 gr. de puré mango (yo usé mango en almibar).
- 375 g de harina leudante (con levadura).
- 45 gr de coco rallado.
 
Precalentamos el horno a 180 ºC y engrasamos y forramos los moldes.
 
Batimos la mantequilla, la esencia de coco o ralladura de lima y el azúcar en un cuenco. Añadimos los huevos, uno a uno y sin dejar de batir.
 
Con una cuchara añadimos el puré de mango y el coco, luego la harina y removemos con la espátula con movimientos envolventes. Vertemos en el molde y metemos en el horno unos 50 minutos o hasta que al pincharlo con un palillo este nos salga limpio.
 
Dejamos reposar 5 minutos, desmoldamos sobre una rejilla y esperamos a que esté totalmente frio. Una vez frio podemos envolver en papel film y reservar en la nevera hasta que vayamos a utilizarlo.
 
El relleno:
 
- 1 mango maduro.
- 1 cucharada de azúcar moreno.
- 100 gr. de chocolate blanco troceado.
- 1 cucharada de ron negro.
- 1 cucharadita de zumo de lima recién exprimida.
- 1 cucharadita de coco rallado.
 
Pelamos el mango, troceamos la pulpa y la ponemos en un cazo pequeño junto con el azúcar y el ron. Cocemos a fuego bajo-medio hasta que el mango se reblandezca y comience a caramelizarse.
 
Retiramos del fuego y dejamos que se enfríe un poco, agregamos el chocolate blanco y pasamos todo por la batidora para eliminar grumos. Añadimos el zumo de lima y el coco rallado.
 
Dejamos que se enfrie totalmente, tapamos con film transparente de manera que el film toque el relleno y refrigeramos hasta su utilización.
 
¡Y montamos!
 
Cortamos los bizcochos en dos partes iguales con ayuda de una lira o un cuchillo de sierra grande. Colocamos un bizcocho en el plato de la tarta.
 
Sacamos el relleno de la nevera y vamos rellenando. Cuando lleguemos al último, intentamos dejarlo lo más lisito posible con ayuda de una espátula.

La decoración:

- Virutas de chocolate blanco.
- 1 mango maduro.
- Grosellas.
- 1 kiwi.




Cojemos las virutas de chocolate blanco y empezamos a forrar la tarta con ellas como si no hubiese mañana. Cortamos el mango y el kiwi a rodajas y ponemos por encima junto con las grosellas. Mola, ¿eh? ;-).


¡Otro experimento familiar superado! ¡Cualquier día les hago volar con una tarta en cada mano! ¡Y cualquier día me envían vía Seur al Congo por lo menos!
  

Besazos a mogollón:


Eva.







domingo, 20 de octubre de 2013

Layer cake de higos, chocolate y calabaza.



¿Qué pensabais? ¿Qué con lo que me supergusta la calabaza, sólo iba ha hacer una receta con calabaza?.
 
Pues, ¡noooooo! ¡Claro que no!!! ¿Cómo vamos ha desperdiciar la época de calabazas con lo buenísimas que están?.
 
Eso sería como no ir a la playa en verano. O no poner el árbol de Navidad el puente de Diciembre. O, peor aun, ¡no tomarse un cafetito al sol los primeros días de primavera! (ayns que gustazo sólo de pensarlo...).


Y no, no, no. Cada cosa en su momento. Y doña calabaza está en su mejor momento, así que vamos a sacarle partido a esta preciosidad y a disfrutar de todo su esplendor cual Cenicienta la noche del baile.
 
Este bizcocho es impresionantemente jugoso: la calabaza junto con los higos le da una textura melosa buenísima. Podríamos hacerlo perfectamente sobre un molde rectangular y servirlo tal cual.
 

Peeeeero, como dice Marian Keyes en la receta (de su libro "Salvada por los pasteles") y cito textualmente: "Este pastel puede servirse tal cual, no le hace falta ningún adorno, pero yo lo he recubierto con una capa de ganache de chocolate porque tengo problemas con el concepto de moderación". Y yo, que queréis que os diga, ¡me siento totalmente identificada con ella!.
 
A mi, esta vez y aunque parezca raro, raro, raro, no me apetecía rellenarla de ganache de chocolate... Así que.... opte por mi otra perdición: ¡crema de queso mascarpone! Con un toque especial... ¡A tope con la cope!.


Así que, ¿a ver qué os parece?:
 
Para dos moldes de 18 cm.
 
El bizcocho:
 
- 100 gr. de calabaza.
- 225 gr. de chocolate negro 70% de cacao.
- 175 gr. de mantequilla.
- 3 huevos.
- 200 gr. de azúcar moreno.
- 250 gr. de harina.
- 3 cucharaditas de levadura.
- 100 gr. de mermelada de higos -yo usé la de Hero "higos de temporada"-. (Marian usa 150 gr de higos secos, pero aquí en Valencia yo, no he sido capaz de encontrarlos. Supongo que ahora para Navidad habrán, pero tranquilos, con la mermelada ha quedado de lujo.)
- 275 ml. de agua fría.
 
Precalentamos el horno a 180º. Engrasamos los moldes y los forramos con papel de hornear. Rallamos la calabaza y la reservamos.

Derretimos el chocolate y la mantequilla al baño maría. En otro recipiente, batimos los huevos con el azúcar y añadimos el chocolate y la mantequilla fundidos. Vertemos el agua fría y echamos la harina con la levadura tamizadas. Agregamos la calabaza rallada y la mermelada de higos, removemos bien.

 
Vertemos en los moldes y horneamos durante unos 45 minutos. Dejamos enfriar sobre una rejilla.


La crema de queso mascarpone:
 
- 500 gr. de queso mascarpone.
- 100 gr. de queso crema tipo philadelfia.
- 100 gr. de azúcar glas.
- 400 ml. de nata fría con más del 35% de materia grasa.
- Un puñado de almendras crocanti.

El procedimiento es el mismo que el de la crema mascarpone de la Layer cake de arándanos, curd de limón y  mascarpone

Y ¡al lio!:

Montamos la tarta como siempre: cortamos los bizcochos en dos y vamos rellenando por capas con la crema mascarpone yyyy por encima de cada capa ponemos un buen puñado de almendras crocanti, ¡ooooolé!!.



La sensación en cada bocado, es ¡tremenda!.


Yo la he cubierto con la misma crema, y ahora si, ¡no me he podido resistir!!, le he "dejado caer" ganache de chocolate por encima (he usado el de Lidl) y almendritas crocanti.



 Claramente tengo un problema con el concepto moderación....


Besazos a mogollón:

Eva.


domingo, 13 de octubre de 2013

Layer cake de arándanos, curd de limón y mascarpone.



¡Qué ganas tenía de hacer esta layer! Desde que la vi en el blog My European Cakes, me encantó y fue la culpable de mi adicción a Luís y sus recetas. ¡Es una pasada! ¡Me encanta! Sus recetas, su fantástica manera de explicarlo, sus fotos... ¡TODO!


Si no me creéis podéis juzgar vosotros mismos... Os  lo advierto: es muy adictivo. Yo, como total ya tengo mogollón de adicciones reposteriles, pues total, una más...


La verdad que entre cumpleaños, Warner y cosas variadas, ya hacía tiempo que no me ponía yo con una tartita de las mías; con su toque ácido, su crema mascarpone, su bizcochito húmedo... Ummmm.

Así que, antes de que nos entre la locura "hallowenense" me dije: Eva, o la haces, o la haces.
Y la hice... Y, ¡OH DIOS MIO! Mientras la hacía lo sabia, sabia que iba a ser mi perdición, que era un peligro mortal de los de muerte súbita ipso facto (o como se diga).

Sabia que todavía estaba a tiempo de parar la catástrofe mundial que cernía sobre mí... Lo sabía, pero no la paré.

No, no lo hice. Acabe de hacer la masa. Es más, la metí en el horno. Y ¡madremiademivida!!!. El olorcito que salía era pa morirse.

Pero lo peor vino cuando la corté. ¿Cómo explicarlo? (Las palabras se quedan cortas para decir todo lo que siento). Este bizcocho es un festival por si mismo. Es, sin duda, el protagonista absoluto de la receta.


Por eso tenéis que hacer esta layer. ¡Es obligatorio!. ¿Por qué? Pues porque la combinación es perfecta, porque vamos a quedar como reyes cuando la saquemos de postre, porque sería pecado no probarla, y ¡porque no quiero ser la única que se zampe media tarta de una sentada!! T_T. Siiiiii, lo sé. Soy mala, pero así me sentiré mucho mejor.


Así que, ¡vamos con la receta!

Para dos moldes de 10cm.

Para el Bizcocho:

- 120 gr. de mantequilla a temperatura ambiente.
- 200 gr. de harina de repostería.
- 1 cucharaditas de levadura.
- Una pizca de sal.
- 130 gr. de azúcar.
- 1 cucharaditas de azúcar avainillado.
- Ralladura de un limón.
- 2 huevos L.
- 120  ml. de leche entera.
- 175 gr. de arándanos naturales.

Para el curd de limón:

- 100 ml. de zumo de limón natural colado.
- 50 ml. de agua.
- 75 gr. de azúcar.
- 15 gr. de harina de maiz.
- 2 hojas de gelatina neutra.
- 1 huevos L.
- 25 gr. de mantequilla.

Para la cobertura y relleno de mascarpone:

- 250 gr. de queso mascarpone.
- 50 gr. de queso fresco tipo philadelfia.
- 50 gr. de azúcar glas.
- 200 ml. de nata fría con más del 35% de materia grasa.
- y además mermelada de arándanos.

¡ Al lio!

Precalentamos el horno a 170º. Engrasamos y forramos los moldes. Enharinamos los arándanos para evitar que se nos queden en el fondo del molde (y cruzamos los dedos y rezamos algo, si sabemos, para que funcione).

Para el bizcocho:

Tamizamos juntas la harina, la sal y la levadura. En otro bol ponemos la mantequilla con el azúcar y batimos hasta que la mezcla esté totalmente integrada. Agregamos el azúcar avainillado y batimos. Ahora los huevos. Uno a uno y sin dejar de batir al menos 5 minutos más para incorporar aire. Echamos  la ralladura y batimos otro minuto.

Incorporamos la harina y la leche en dos veces. Por último, los arándanos, que mezclaremos con una espátula con sumo cuidado.

Y al horno con él. Unos 45 minutos o cuando al pincharlo nos salga el cuchillo completamente limpio. Si vemos que se nos quema por arriba podemos tapar los bizcochos con papel de aluminio, pero no antes de que lleve por lo menos 15 minutos en el horno.

Lo dejamos enfriar y envolvemos en film transparente hasta que vayamos a usarlo.

Para el curd de limón:

En un bol ponemos los huevos, la harina de maíz y el azúcar. Batimos. En un recipiente aparte hidratamos las hojas de gelatina con agua fría unos 10 minutos.

En un cazo ponemos a calentar el zumo de limón con el agua y dejamos que hierva. Es el momento de incorporar la mezcla de los huevos. Dejamos hervir durante un par de minutos, para que cueza la harina, sin dejar de remover. Retiramos del fuego e incorporamos las hojas de gelatina. Una vez integradas, echamos la mantequilla. Removemos bien para que se integre totalmente. Tapamos con film transparente y dejamos enfriar.
 
Para la crema mascarpone:

Ponemos los dos quesos y las dos clases de azúcar en un bol y mezclamos. Incorporamos la nata bien fría y batimos hasta que tenga una consistencia dura.

* Luís a la parte del relleno le ha añadido mermelada de arándanos. Yo he preferido ponerla a parte como en la Layer Cake de Frutos Rojos.

¡Y empieza la fiesta!!

Cortamos los bizcochos en dos partes cada uno. Ponemos primero una buena capa de mermelada de arándanos, la extendemos bien con la ayuda de la espátula y encima una buena capa de crema de mascarpone. ¡Ole, ole y ole! Y así sucesivamente, hasta que lleguemos a la última capa.

Cubrimos toda la tarta con una fina capa de crema mascarpone (no importa que esté manchada de la mermelada porque esta capa no se va a ver) y metemos unos 30 minutos en la nevera.

Sacamos la tarta y ahora si, con mucho cuidado empezamos a cubrir toda la tarta con la crema.

Batimos el curd de limón y preparamos una manga pastelera con una boquilla redonda (yo usé la nº 12 de Wilton).

Cogemos el sobrante de crema mascarpone y lo colocamos en otra manga pastelera con otra boquilla del número 12. (Si sólo tenemos una, o bien podemos usar dos adaptadores de boquillas, uno para cada manga, o cortar la punta de la manga pastelera y usarla tal cual).

Decoramos los bordes con la crema mascarpone, y el centro de la tarta con el curd de limón, el cual tendrá que estar a temperatura ambiente para poder trabajar bien.

¡Y comemos!!. ¡Está impresionantemente buena! Y apta para paladares menos dulzones.


Quiero dar las gracias desde aquí a Luís por esta maravilla de tarta y por todas las estupendas recetas que tiene en su blog.


Si la hacéis por favor contádmelo, podéis mandarme las fotos y sugerencias a mi correo electrónico o colgar la foto en mi página de Facebook.

Besazos a mogollón.

Eva.



domingo, 6 de octubre de 2013

Layer cake de calabaza y manzana para el cumpleaños de mamá.



Mi madre y yo cumplimos años en el mismo mes. Yo, a principios. Y ella, a finales. Dándole la bienvenida al otoño, que por otra parte, es una época que me encanta.


Desde pequeña, en casa de mi abuela, siempre recuerdo que de postre estrella en otoño había calabaza asada. ¡Ummmmmm!!! Me encantaba llegar a casa de mi abuela y ver el plato con la calabaza. ¡Nunca podía resistirme!! Y cuchara en mano me ponía, dale que te pego, con el plato, hasta que casi acababa con él (mu fuerte de verdad). Tengo que decir que mi madre era igual que yo. Y ¡seguimos siendo igual! Es llegar a casa de la susodicha y, como haya calabaza asada, ¡acabamos con ella!.


Y como en mi familia desde que tengo el blog se está imponiendo (más bien la fomento yo) la costumbre de que cada uno para su cumple elije ingredientes y yo monto la tarta. Para mi madre, no podría ser de otra manera que de calabaza.


Cuando ya lo tenía medio decidido, porque no sabía si hacer el bizcocho con calabaza y chocolate, o sólo con calabaza y especias, de repente..... tuve una revelación. Si. De repente Bea, de El Rincon de Bea, público este bizcocho Apple y Pumpkin spicy loaf. ¡Ahhhhh!!!!! ¡Qué maravilla cuando lo vi!!! ¡Qué maravillosa es Bea! ¡Y qué divino su blog!. Combinaba calabaza, postre estrella en mi familia en otoño, y compota de manzana, el segundo postre estrella del otoño en mi familia (y cuando no es otoño, son las manzanas asadas -a mi madre, como no, le chiflan-).


No había discusión ninguna, esta iba ha ser la receta del bizcocho.

¡Al lio!!

El bizcocho:

- 375 gr. de puré de calabaza.
- 75 gr. de compota de manzana.
- 350 gr. de azúcar.
- 160 ml. de aceite de oliva suave.
- 1 cucharadita de extracto de vainilla.
- 1/2 cucharadita de extracto de naranja (ó 1/2 cucharadita de ralladura de naranja)
- 4 huevos L.
- 450 gr. de harina.
- 2 cucharaditas de bicarbonato sódico.
- 1 cucharadita de sal.
- 1/2 cucharadita de canela en polvo.
- 1/2 cucharadita de nuez moscada en polvo.
- 1/2 cucharadita de polvo para hornear.
  
Para dos moldes de 18 cm.

Precalentar el horno a 175º C.

En un bol tamizamos la harina, la sal, el polvo de hornear, el bicarbonato, la canela en polvo y la nuez moscada. Reservamos.

Batimos el puré de calabaza, la compota de manzana, los huevos, el azúcar y el extracto de vainilla y naranja.

Incorporamos en dos veces la harina. ¡Ojo!, no pasarnos en el batido de la harina. Hacerlo hasta que esté justo integrada.

Verter la mezcla en el molde y hornear durante 60-70 minutos.

Dejar enfriar 10 minutos sobre una rejilla y, pasado este tiempo, desmoldar.

Dejar enfriar totalmente.

Esta Layer no estaba muy segura de que rellenarla...  Al final me he decidido por un ganache de chocolate con leche suave. La receta es del blog Con Corazón de Azúcar, que hace muy poquito que he descubierto y que me está encantando.

- 250 gr. de chocolate con leche (34% de cacao). Yo usé Valor, sin azúcares añadidos.
- 155 gr. de chocolate negro (53% cacao).
- 250 ml. de nata con más del 35% de materia grasa.
- 1 cucharadita de extracto de vainilla.

Troceamos bien el chocolate. Calentamos la nata hasta que llegue a ebullición y retiramos del fuego. Volcamos la nata sobre el chocolate y mezclamos bien hasta que esté completamente integrado. Añadimos el extracto de vainilla y guardamos en la nevera hasta el día siguiente.

Notas:

- Podemos hacerlo también con chocolate con leche al 100%, pero nos quedará mucho más dulce, a no ser que tenga un alto contenido en cacao.

- Si mezclamos un chocolate con leche con un alto porcentaje en cacao con un chocolate negro con más del 54% de cacao, tendremos que añadir un poco más de nata si queremos que quede más cremoso.

¡A mi madre le requeteencantó la tarta! ¡Y a mi también!. Su sabor es una mezcla entre la jugosidad del bizcocho de calabaza, manzana y especias y el ganache de chocolate con leche, que creo al final fue un acierto combinarlos.


Yo la cubrí con el mismo ganache. Para conseguir los bordes lisitos, cuando hayáis acabado de darle una buena capa de ganache, cogéis un vaso de agua muy caliente y un paño seco. Metéis la espátula con la que estáis trabajando unos segundos en el agua caliente, la secáis con el paño y la pasáis sobre la tarta. ¡El resultado es increíble!.

Besazos a mogollón:

Eva.